Dudjom Rimpoché: Un Maestro que Inspira la Práctica Más Allá de la Meditación
- Roger Alvarez
- 28 abr
- 2 Min. de lectura

En mi camino de estudio y práctica de la meditación, Dudjom Rimpoché ha sido una fuente de profunda inspiración. Como gran maestro de la tradición Nyingma del budismo tibetano, sus palabras, su presencia y su manera de enseñar me han ayudado a comprender que la práctica real no se limita solo a los momentos formales de meditación.
En las enseñanzas de Dudjom Rimpoché, la postmeditación —lo que hacemos, sentimos y vivimos después de la sesión formal de meditación— tiene un papel fundamental.Descubrí a través de sus enseñanzas que no basta con experimentar momentos de calma o claridad mientras meditamos: la verdadera transformación sucede cuando llevamos esa cualidad de presencia a toda nuestra vida cotidiana.
La Postmeditación: El Corazón de la Práctica
Para Dudjom Rimpoché, la práctica de la postmeditación consiste en mantener la mente abierta, clara y flexible en medio de todas las actividades diarias. No se trata de forzar ningún estado especial, sino de recordar la naturaleza abierta y luminosa de la mente en cada momento: caminando, hablando, trabajando, incluso en medio de emociones intensas o situaciones difíciles.
Este enfoque me ha enseñado que la meditación no termina cuando suena la campana. La verdadera práctica comienza precisamente después.
Aprender a reconocer los pensamientos y emociones como simples manifestaciones transitorias, tal como enseñaba Dudjom Rimpoché, ha sido clave para mí. Este reconocimiento, esta actitud de apertura, es lo que transforma la vida diaria en un camino espiritual vivo y auténtico.
Una Inspiración para la Vida
Estudiando y reflexionando sobre sus enseñanzas, he visto cómo la práctica de la postmeditación ayuda no solo a cultivar la conciencia, sino también a deshacer patrones de reactividad, dependencia y sufrimiento.En mi propio proceso, integrar la postmeditación ha sido fundamental, especialmente en momentos difíciles o cuando surgen viejos hábitos que intentan arrastrarme.
Recordar la naturaleza abierta de la mente, volver una y otra vez a la presencia, tal como enseñaba Dudjom Rimpoché, es un acto de libertad que se renueva en cada instante.
Gratitud
Siento un profundo agradecimiento por poder conectar con sus palabras y su transmisión. Dudjom Rimpoché me ha mostrado que no hay momento que quede fuera de la práctica, y que la vida, con todas sus formas y cambios, puede vivirse como una expresión natural de la conciencia despierta.
Llevar su enseñanza a mi vida cotidiana ha sido —y continúa siendo— un camino de humildad, de recuerdo constante y de profunda confianza en la capacidad de la mente para liberarse.
"No hay ningún momento que no forme parte de la práctica. Tanto en la meditación como en la postmeditación, deja que tu mente permanezca abierta, clara y sin artificios."
(Dudjom Rinpoché)
Comments